Ante el aumento de casos de enfermedades crónicas a las que somos más propensos a desarrollar cuando se presenta sobrepeso y obesidad, los científicos han investigado cuáles son las causas que aumentan el riesgo a padecer estas enfermedades. Hasta el momento se han determinado que el sedentarismo, el consumo de comida procesada, refrescos, bebidas azucaradas, la mercadotecnia, comida rápida, los factores sociales y económicos adversos contribuyen más a este problema.
¡La buena noticia! Es que también tenemos identificados otros factores que ayudan a disminuir el riesgo de estos padecimientos durante el transcurso de la vida, los cuales te mencionamos aquí:
1. Actividad física
No es casualidad que el aumento de la obesidad y enfermedades crónicas, ha ocurrido de manera simultánea con los cambios en los patrones de actividad física de las personas.
A través de ciertos estudios, la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó que la actividad física regular, continua y de cualquier tipo, protege a las personas contra la ganancia de peso.
La recomendación por parte de la OMS es realizar como mínimo 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada. Otra opción, es realizar 45 a 60 minutos de actividad física de intensidad moderada, de 4 a 5 días a semana para prevenir un aumento de peso que perjudique la salud del organismo.
2. Fibra
Estudios realizados tanto en niños como adultos han demostrado que existe un menor riesgo de presentar una ganancia de peso y desarrollo de obesidad cuando las personas tienen un mayor consumo de fibra en comparación con aquellas que ingieren una menor cantidad, este gran beneficio va de la mano con la sensación de saciedad que genera y los fitonutrientes que aporta, además, las personas con alto consumo de fibra generalmente tienen otras conductas saludables que pueden ejercer como factores protectores para la obesidad. Ejemplos de fibra que puedes agregar a tu día son: verduras, cereales integrales como avena, amaranto, linaza y salvado y leguminosas como garbanzo, haba, lenteja.
3. Consumo de alimentos de baja densidad energética
¿Qué es la densidad energética que tanto se menciona? Es el aporte de energía de un alimento en relación con su peso (kcal/g). Por lo general, las personas suelen comer una cantidad de alimentos relativamente consistente, por lo que el consumo de alimentos de baja densidad energética (baja energía de un alimento con respecto a su peso) puede ser un factor para reducir el consumo de energía y así prevenir la ganancia de peso.
Dentro de los alimentos con baja densidad energética, las verduras y especialmente los cereales integrales son los alimentos que cuentan con mayor evidencia para sustentar su consumo y aumentar la salud en general del cuerpo.
4. Ambientes que promueven la elección de alimentos saludables.
Las campañas para promover la salud, fomentan un ambiente propicio para la elección de alimentos saludables tienen un efecto positivo en cómo se percibe la salud y previene el sobrepeso. Además, la OMS señala que la facilidad de acceso a una gran variedad de frutas y verduras en los hogares es importante para el desarrollo de la preferencia hacia estos alimentos en los niños. Debido a esto es importante que los padres cuenten con los conocimientos, actitudes y comportamientos adecuados para fomentar una relación sana del niño con los alimentos.
¿Cuál de estos puntos ya tienes más dominado y cuál de ellos, es un área de oportunidad para mejorar durante este año? Acércate y cuéntanos para orientarte en cómo mejorarlo. 😊
Bibliografía
1.Rivera JA, Hernández M, Aguilar CA, Vadillo F, Murayama C. Obesidad en
México: recomendaciones para una política de Estado. 1ª ed. México: UNAM,
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial; 2019.
2. Organización Mundial de la Salud. Dieta, nutrición y prevención de
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http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/42755/1/WHO_TRS_916_spa.pdf
3. World Cancer Research Fund. Food, Nutrition, Physical Activity, and the
Prevention of Cancer: a Global Perspective. Disponible en:
http://www.aicr.org/assets/docs/pdf/reports/Second_Expert_Report.pdf
4. Organización Mundial de la Salud. Recomendaciones mundiales sobre
actividad física para la salud. Disponible en:
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/44441/1/9789243599977_spa.pdf